La leyenda indígena sitúa el origen de los mexicas en Chicomóztoc (náhuatl: chicome-oztotli-co, 'Lugar de las siete cuevas' )?, sitio relacionado con Aztlán de donde viene el etnónimo azteca, aunque no existe consenso sobre el punto exacto donde se encuentre el sitio. La lengua de los mexicas era el náhuatl clásico, que actualmente es la lengua indígena con la mayor comunidad lingüística en México.
A la llegada de los españoles, los mexicas mantenían relaciones de tensión con los pueblos sometidos, a los que se les imponían fuertes cargas tributarias. Esta situación fue aprovechada por los recién llegados en 1519, que rápidamente establecieron alianzas con los zempoaltecas y los tlaxcaltecas. El fin del Estado mexica ocurrió en 1521, con la derrota final de Tenochtitlan por parte de los españoles.
Los aztecas provocaban las llamadas guerras floridas, para lograr prisioneros de guerra que eran ofrecidos a los dioses, creyendo que la sangre de los sacrificios daban fuerza al Sol, para seguir su camino en la noche y aparecer de nuevo en el horizonte.
Esta piedra de 4 metros de diámetro es la mayor escultura azteca jamás encontrada. En el centro de la piedra se encuentra la cara del sol. Esta escultura se conoce también con el nombre de "Calendario Azteca". De hecho, representa la creencia azteca de que el universo había pasado por cuatro mundos anteriores que habían sido destruidos. Ahora nos encontramos en el quinto mundo, condenado a ser destruido por terremotos. De acuerdo con la mitología azteca, el sol, la luna y los seres humanos fueron creados con éxito al principio de la quinta era.